7 de marzo de 2010

La Humanidad: Civilización de Tipo 0

A medida que las civilizaciones evolucionan se enfrentan a diversos retos para su propia supervivencia. Algunos ejemplos bien conocidos pueden ir desde el desastre de la Isla de Pascua (destrucción por sobreexplotación de recursos naturales) hasta la caída del Imperio Romano (falta de capacidad organizativa frente a un escenario cada vez más complejo de presiones externas e internas). No hay dos casos iguales, pues mientras el Imperio Romano pervive de muchas maneras hasta nuestros días (de hecho podríamos incluso plantearnos que si la civilización occidental está hecha de pedacitos, y Roma es uno de los más grandes, entonces dicha civilización tampoco podríamos darla por desaparecida… ), los habitantes de Rapa Nui apenas dejaron trascendencia… con permiso de los estudiosos de la cultura, los turistas fotografiándose en los Moai y la buenísima película de Kevin Reynolds.

Así que para no perdernos en disquisiciones sobre qué es una civilización o qué consideramos el ocaso de una civilización, vamos a dejarlo en un escenario bastante grueso: la aniquilación de la mayor parte de la población del planeta. Espero que esto haga el post mucho más interesante:

EL PELIGRO NUCLEAR

El elemento 92 de la tabla periódica tiene la capacidad de sostener una reacción en cadena y liberar la enorme cantidad de energía almacenada en su núcleo. Hablamos, claro, del uranio. Todos hemos visto las suficientes películas ochenteras en las que los buenos (americanos) luchan contra los malos (rusos) para evitar un ataque nuclear y sabemos de lo que se trata. El peligro estaría tanto en las detonaciones como en el posterior invierno nuclear: las cenizas resultantes bloquearían la luz solar durante décadas.

A pesar del Tratado de No Proliferación Nuclear, hay todavía alrededor de 25 mil cabezas nucleares en el planeta (algo menos de la mitad activas). Suficientes para hacer de esta opción la más probable de destrucción planetaria.

COLAPSO ECOLÓGICO

Brevemente: podemos estar agotando nuestras reservas mientras nos ahogamos en los productos residuales que producimos sin descanso. Ejemplo concreto: el efecto invernadero causado por la alta presencia de dióxido de carbono en la atmósfera que hace que los rayos solares reboten y vuelvan a la Tierra haciendo que suba la temperatura en un peligroso círculo vicioso. Dato: la temperatura de la Tierra subió 2ºC desde 1880 a 1980, ahora sube a 1ºC por década. El bueno de Al Gore lucha desde hace años para hacer llegar esta realidad a las masas.

NUEVA ERA GLACIAL

Con esta opción inauguramos las catástrofes no causadas por el hombre. Parece que las glaciaciones ocurren debido a variaciones en el eje de rotación de la Tierra, sumados a cambios en la órbitas de la Tierra alrededor del Sol y de éste en la galaxia. Además, hay otra serie de factores como la composición de la atmósfera o los fenómenos solares que pueden alterar la intensidad y la frecuencia de las glaciaciones. Es decir, se trata de un modelo complejo y de difícil predicción, aunque sabemos que no ha pasado mucho tiempo desde la última glaciación, por lo que posiblemente aún tengamos unos 50 mil años hasta la próxima.

AMENAZAS GALÁCTICAS

Hace 65 millones de años, un meteorito de aproximadamente 10 Kms. de longitud impactó en Yucatán, posiblemente causando la extinción de los dinosaurios y de gran parte de la vida sobre el planeta. Un meteorito de unos 10 metros de diámetro tendría el mismo efecto que la bomba de Hiroshima. Un meteorito de unos 50 metros tendría el efecto de unas 600 bombas de Hiroshima (como el que parece que impactó en Tunguska, Siberia en 1908). A pesar de los grandes progresos en la detección de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO en inglés), todos los años se descubren centenares de nuevos candidatos a colisionar con la Tierra, algunos de ellos después de que hayan cruzado la órbita de nuestro planeta. La dificultad en tener todos estos objetos localizados se debe a su pequeño tamaño, su alta velocidad y las variaciones constantes en sus trayectorias debido a interferencias gravitacionales o energéticas.

Además de los asteroides, otras amenazas procedentes del espacio pueden ser fenómenos como las supernovas. Cuando una estrella agota su combustible e implosiona, libera enormes cantidades de energía que recorren el cosmos a la velocidad de la luz. Los efectos pueden ir desde un gigantesco pulso electromagnético que inutilizara todos los aparatos electrónicos del planeta a la destrucción de la capa de ozono o incluso de la vida. Hay bastantes estrellas en un radio de 10 ó 20 años luz…

INVASIONES ALIENÍGENAS

En la Vía Láctea hay entre 200 y 400 mil millones de estrellas. Si somos conservadores y pensamos que de ellas, únicamente el 10% son estrellas amarillas como el Sol, de las cuales el 10% tienen planetas alrededor, de las cuales el 10% tienen un planeta con una atmósfera compatible con la vida, de los cuales el 10% tienen otro planeta masivo tipo Júpiter en el mismo sistema que les proteja de los impactos mortales de meteoritos y cometas, de los cuales sólo el 10% tienen vida y de los cuales únicamente el 10% tienen vida inteligente… nos quedaríamos sólo con entre 200 y 400 mil planetas candidatos a albergar civilizaciones inteligentes.

Ahora bien, si la probabilidad es tan alta, ¿por qué no hemos encontrado rastros de vida inteligente todavía?. La respuesta está en el tiempo. La vida humana en la Tierra existe desde hace 3 ó 4 millones de años, la vida inteligente con capacidad para enviar señales al espacio exterior sólo desde hace décadas. Si la galaxia tiene aproximadamente 4.500 millones de años, el ciclo de vida de nuestra civilización es apenas un parpadeo. Es decir, puede haber cientos de miles de civilizaciones en la galaxia, pero es harto improbable que coincidan en el tiempo. Pueden haber existido civilizaciones mucho antes de que hubiera vida en la Tierra y pueden existir mucho después, pero en ningún caso podemos detectarlas con nuestros instrumentos.

Aún en caso de que dos civilizaciones coincidan en el tiempo y el espacio, si una de ellas le lleva miles de años de desarrollo a la otra es difícil que tenga interés por conocerla, dado que el incremento tecnológico es exponencial. Cuando nosotros nos encontramos con las hormigas, no nos detenemos a saludarlas y a intentar comerciar con ellas. No tienen nada que nos interese. Ahora bien, en caso de que interesemos a otras civilizaciones, mal asunto. En nuestra propia experiencia, los choques de civilizaciones siempre han salido desastrosamente mal para la más atrasada, aunque sólo se tratara de unos cientos de años de diferencia; así que lo más seguro quizá sea no contactar con otras civilizaciones hasta estar seguros que nosotros estamos más avanzados…

EL FACTOR NÉMESIS

Esta es mi favorita. Volvamos a los dinosaurios. Su extinción sólo es una más de las extinciones en masa que se han dado en el planeta. Hace 250 millones de años el periodo Pérmico se cierra con la extinción del 96% de la vida sobre el planeta. Hay hasta 5 extinciones en masa bien documentadas y otras tantas no tanto. Puede construirse una pauta que abarca 260 millones de años con 10 ciclos de 26 millones de años aproximadamente. Así pues, ¿qué hay en los cielos con un ciclo de 26 millones de años?. Hay una teoría que sostiene que el Sol tiene una estrella hermana (Némesis o Estrella de la Muerte) con una órbita igual a dicho periodo. Cada vez que Némesis completa su órbita, atraviesa la nube de Oort (una nube esférica de cometas que rodea el sistema solar) y arrastra con ella una indeseable avalancha de cometas, algunos de los cuales llegan hasta la Tierra. En los estratos geológicos correspondientes al final de cada ciclo de extinción se han hallado restos anormalmente grandes de iridio, un compuesto no habitual en la Tierra, y sí en los cometas.

Otra teoría defiende que no existe Némesis, sino que la propia órbita del sistema solar respecto a la galaxia es la causante de la avalancha de cometas, de manera similar al efecto de la luna sobre las mareas terrestres. Cuando atravesamos el eje de la galaxia, las mayores perturbaciones gravitacionales resultan en mayor cantidad de cometas desplazados de su órbita, que “caerían” hacia el Sol, encontrando a la Tierra en su camino.

Aún otra teoría más, postula que cuando en su órbita el Sistema Solar se aproxima a los brazos galácticos, allí se encuentra más cerca de las estrellas gigantes azules, cuyo ciclo de vida es muy corto y pueden convertirse en supernovas en unos pocos millones de años.
En cualquier caso, estamos a unos amplios 15 millones de años de estos escenarios.

MUERTES CÓSMICAS

A nuestro Sol le queda hidrógeno para otros 5 mil millones de años. Después, empezará a consumir helio rápidamente y se convertirá en una gigante roja, atrapando a la Tierra dentro de su atmósfera y calcinando todo el planeta.

Nuestra querida Vía Láctea sufrirá un accidente cósmico dentro de unos 10 mil millones de años, chocando y siendo absorbida por nuestra galaxia vecina Andrómeda, mucho más grande. En este evento cósmico, probablemente sucedan varias colisiones de estrellas por siglo.

Finalmente, en una escala de cientos de miles de millones de años, tendremos la muerte del universo. O bien el universo está abierto, en cuyo caso se expandirá para siempre hasta que las temperaturas lleguen al cero absoluto, o bien el universo es cerrado, en cuyo caso la expansión se invertirá y el universo morirá en un violento Big Crunch.

* * *
Para terminar, ¿cómo podemos librarnos de estos peligros?. Para que una civilización sobreviva debe ir superando etapas en su propia evolución. Nos vamos a atener a la escala de Kardashev que diferencia los siguientes tipos:

- Tipo I: Una civilización que controla los recursos energéticos de todo un planeta y ha completado ya la exploración de su sistema solar. En una civilización de Tipo I, la estructura social es lo suficientemente avanzada para regular las amenazas ecológicas y para haber superado los conflictos entre naciones. Posiblemente, también disponga de tecnología para evitar una nueva glaciación o la colisión con meteoritos.

- Tipo II: Esta civilización controla la potencia del propio sol. Es decir, no la aprovecha pasivamente, sino que la explota. Esta civilización empezará la colonización de sistemas estelares locales, lo que le permite escapar a las amenazas de rango estelar como Némesis o supernovas o incluso la muerte del Sol.

- Tipo III: Es una civilización capaz de controlar la potencia de toda una galaxia, que tiene colonizada. Probablemente domina las fuerzas del universo y maneja el espacio-tiempo. Podría preservarse de la muerte de la galaxia.

Actualmente, la civilización humana es de Tipo 0, ya que aún no dominamos los recursos del planeta, simplemente nos aprovechamos de parte de ellos. Para evita el peligro nuclear y ecológico necesitamos evolucionar hacia una mayor tamaño de unidad social cohesionada. Es decir, somos como unas bandas de cavernícolas que hubieran descubierto por casualidad las armas de fuego. A mayor capacidad de destrucción se necesita mayor unidad de cohesión para evitar que las facciones enfrentadas se exterminen unas a otras, ya sea con armas nucleares o con daños ecológicos. Aún nos separan algunos cientos de años del Tipo I, a ver si llegamos…


Nota: Los escenarios apocalípticos presentados siguen el esquema seguido por el Dr. Michio Kaku en su libro Hiperespacio, que a su vez es una recopilación de diversas teorías.

6 comentarios:

  1. me asunta pensar que he corrido a tu lado llevando todo esto en la cabeza...

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  2. a mi me asusta más pensar que alguien puede pensar que el universo puede terminar por una de estas causas, cuando está más que demostrado que dejando a ZP al frente de la presidencia europea es más que suficiente

    salu2

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  3. interesante, largo pero interesante..

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  4. Estoy con Moli, bien llevado aunque sea de los de mi calaña de los que nos enrollamos...

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  5. Desde luego estoy contigo, de hecho existía la posibilidad de que el tema que propusiese como general para el reto blogger fuera este, aunque a mi me gusta pensar más que en el fin del mundo, en la civilización tal y como la conocemos.. es decir me has jodido, pero perdono. Mi favorita es la de los alienígenas, tengo la esperanza de encontrarme con Mila Jovovich mientras buscamos el 5º elemento.

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  6. <<< ¿por qué no hemos encontrado rastros de vida inteligente todavía? >>>

    Porque, en mi opinión, vivimos en una especie de acuario... un experimento probablemente... mientras los que lo crearon no quieran que entremos en contacto con ellos o con otras formas de vida extraterrestre seguiremos "aislados"... somos como los peces que viven en un acuario que está dentro de un piso... que poco se imaginan esos pececitos lo que hay "fuera" o que por ejemplo hay otro acuario con otros congéneres 2 pisos más arriba...

    También, podría darse el caso, de que seamos un simple programa corriendo en un computador cuántico y nuestra vida no tenga más sentido que la navecita del Space Invaders...

    Gran tema!!!

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